Un perfecto fondo de armario se compone de las prendas básicas que has de tener para poder vestirte en cualquier momento y ocasión de lunes a domingo y que además puedas combinarlas entre sí. Se deben tener en cuenta aspectos como: estilo de vida, personalidad, morfología, condición socio- económica... Y no debemos olvidar que cada persona es única, por lo tanto su vestuario también. Lo primero que debemos saber qué tipo de armario tenemos y qué tipo de persona somos.
Soluciones " Todo aquello que ocupa espacio sin razón, no te hace ningún favor" - Deshazte de las prendas de vestir desfasadas o todas aquellas que no sean de tu talla. - Elimina todo lo que no te has puesto en el último año y medio, excepto la ropa de fiesta, ya que puede ser que durante ese tiempo no hayas tenido ningún evento formal. - Elimina todo aquello que no sea de tu color (puedes dejar alguna prenda para poder combinar) y todo lo que no sea para tu morfología. - Confecciona una lista de ropa realmente imprescindible para tu armario. - Elimina las prendas que no te permitan libertad de movimientos y las que te traigan malos recuerdos. - Realiza una lista de elementos que falten en tu armario. Piensa en tus prioridades y en el presupuesto. - Conserva las prendas que estén bien cuidadas y encajen con tu estilo y las que te traigan buenos recuerdos. Reglas de oro Tus prendas tienen que estar en perfecto estado, correctamente organizadas y dobladas. Y además, valora y analiza con atención, de manera objetiva cada prenda de tu guardarropa ¿Cuáles son las prendas rentables?
Para finalizar, añadir que no siempre una prenda barata es la más rentable. Por norma general, las prendas de mayor precio suelen ser de mayor calidad, convirtiéndose en las prendas más rentables a largo plazo. Y un error habitual es limitar ciertas prendas a una sola combinación, con lo que el resultado será monótono y aburrido.
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